¿POR QUÉ COMPRAR UNA SOCIEDAD?

Tanto los profesionales con más de 25 años de experiencia en el mercado de la venta de sociedades, como los que nos hemos incorporado recientemente en él, nos hemos encontrado en la situación en la que clientes, o personas conocidas, se extrañan al descubrir que nos dedicamos a ello. Sus preguntas más frecuentes suelen ser:

  • Y eso, ¿para qué sirve?
  • ¿Por qué comprar una sociedad en lugar de constituirla?

Y tantas otras por el estilo.

Pues bien, la compra de sociedades es un acto que deriva de la necesidad de resolución de una serie de contratiempos, siendo muy útil en no limitadas ocasiones.  

Veamos los principales

  1. Falta de tiempo: en algunas ocasiones, la necesidad de una sociedad nace repentinamente, y como ya explicamos en documentos anteriores, el proceso de constitución requiere tiempo.

Un claro ejemplo de esta situación se produce cuando se adelanta en el tiempo una operación y no se dispone de la sociedad en el momento.

  • Evitar trámites: el proceso de constitución es largo y costoso, y en ocasiones, sobre todo en situaciones que involucran a no nacionales, es más efectiva, barata y cómoda la compra de una sociedad ya constituida.
  • Por seguridad: la adquisición de una sociedad permite mantener la intimidad personal y patrimonial de la persona.
  • Para evitar el desembolso del capital: como el capital ya ha sido desembolsado, no es necesario ir al banco y esperar los dos meses de bloqueo.
  • Para la obtención de certificados que confirman que se está al corriente de pago con Hacienda y la Seguridad Social de forma rápida cuando no es posible a nivel personal a causa de la tenencia de deudas.
  • Evitar la figuración en registros financieros de morosos cuando se está tramitando una operación financiera. Es decir, si se encuentra tramitando una operación financiera urgente y se percata de que su nombre figura en algún registro de este tipo, puede evitar la paralización o cancelación de la operación mediante el uso de la sociedad adquirida.

Por estos motivos, y cuantos más se les puedan ocurrir, siempre van a poder contar con nosotros a la hora de comprar una sociedad.

Carolina Calviño

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